Posponer una boda y no cancelar

 

Retomando el tema de la entrada anterior, la cual como casi todo durante las últimas semanas a girado en torno al COVID-19. Quisiéramos reforzar algunas de las recomendaciones que hicimos como parte de YD Dream Management, como la de no entrar en pánico como wedding planner, sino tomar decisiones basadas en el análisis detallado de todas nuestras posibilidades, especialmente antes de tomar una determinación final respecto al futuro de una boda o evento que estaba planeada en esta temporada. A continuación nos gustaría exponerles con mayor detalle algunos de los motivos por los cuales reagendar las bodas de destino y eventos es mucho mejor idea  que cancelarlos.

 

         Podríamos decir que este análisis se divide en dos ámbitos principales. Por un lado está el ámbito económico, y por el otro el emocional.

         El ámbito económico es uno fuerte e importante y nos concierne a todos. Mucho más en esta época de incertidumbre financiera a nivel internacional. El cancelar una boda de destino representará sin duda alguna, más pérdidas que ganancias tanto para los novios y sus invitados, como para los wedding planners y demás empresas de proveedores involucrados en la organización del evento. Es muy importante que revisemos los contratos de servicio que se tienen con cada una de las partes involucradas, así como cláusulas de aerolíneas y hoteles relativas a contingencias de salud y eventos de fuerza mayor como el que estamos experimentando ahora. Por lo general estas cláusulas establecen que en casos de esta índole, uno puede reprogramar las reservaciones y/o eventos sin costo algunos. En aisladas ocasiones es posible cancelar sin ningún tipo de penalización económica,  pero no es la regla.

         Queremos imaginarnos que a pesar de la contingencia, las parejas celebrarán su boda tarde o temprano, es por esto que consideramos el reprogramar como la mejor forma de no tener pérdidas económicas. Por otro lado, la industria turística en la Riviera Maya, con frecuencia ofrece descuentos y precios especiales para reactivar la economía después de épocas como esta. Esto te dará mayores posibilidades para renegociar precios, hacer upgrades, o incluir actividades extras para tus invitados, las cuales seguramente harán que esa boda que tenías planeada para que fuera casi perfecta, sea mejor aún.

         En cuanto al lado emocional, organizar una boda desde el punto de vista de los novios y sus familiares, es siempre una montaña rusa de sentimientos. Desde la toma de decisiones más sencilla hasta las más importantes, todas involucran un desgaste psicológico que puede convertir a este proceso en una bomba de emociones que, aunque al final resulte en un evento inolvidable, seguramente no es algo que nadie quiere experimentar dos veces sin que sea realmente necesario. Solamente los locos como los wedding planners nos exponemos voluntariamente a dichos tormentos de estrés y sobredosis emocional, que aunque nos causan siempre enorme satisfacción, por salud psicológica, no se lo recomendamos a nadie.

 

 

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